Oficinas, edificios residenciales y hoteles con deslumbrantes jardines verticales son algunos de dichos ejemplos. Así mismo también se observa cómo pequeños rincones que recrean la naturaleza florecen en todo tipo de negocios, aportando vida y color a diversos escenarios. “La finalidad es recrear una experiencia donde podamos involucrarnos con todos los sentidos disfrutando el hábitat natural, ya sea en el interior de un edificio o en medio de la ciudad” afirma la arquitecta Laura Farrell desde el estado de la Florida.
Farrell se graduó en la Universidad de Buenos Aires, luego de complementar su formación profesional en estudios de arquitectura y desarrolladoras inmobiliarias. Realizó posgrados de desarrollo inmobiliario en la Universidad de San Andrés y en la Universidad de Palermo, Argentina.
Al llegar a Estados Unidos se certificó como “Home Stager”, o ambientadora profesional para trabajar en la empresa líder de Home Staging Showhomes como consultora inmobiliaria y diseñadora principal. Hoy, a través de su Plataforma digital “White interiors”, asesoran a agentes inmobiliarios a lo largo y a lo ancho de todo el continente americano para preparar sus desarrollos inmobiliarios como también para poder optimizar los resultados de la venta, a través de la ambientación estratégica de showrooms. Además de la escenificación, Farrell es asesora de interiorismo en el estudio FFarquitectos en Buenos Aires.
El diseño biofílico implementa aspectos de la naturaleza, recreando espacios ambientados con armonía y calidad espacial agradable. El primer paso para considerar es conexión visual a través de vegetación natural o artificial, comúnmente conocidos como muros vivos o jardines verticales. Para enfatizar la conexión con un entorno natural, principalmente en espacios que no tienen ventanales ni luz natural, se utilizan imágenes como gigantografía de la naturaleza con montañas, vegetación, cielos celestes y agua, con estos enormes murales como puntos focales creamos espacios que invitan a relajarnos.
En segundo lugar, debemos proyectar teniendo en cuenta los estímulos no visuales; cabe destacar olores, texturas, gustos, sonidos y sensaciones producidos por elementos de la naturaleza. ¿Cómo lo logramos?: introduciendo sonidos de agua con elementos estimulantes en movimientos como cascadas. La apertura a experimentar una experiencia holística va de la mano de la estimulación de olores naturales y diversidad de materiales y texturas en la ambientación; podremos percibir el entorno con una agradable experiencia sensitiva.
En cuarto lugar, debemos considerar la importancia de la ventilación y luz natural de los espacios. La corriente de aire fresco en los espacios, como también la utilización de grandes ventanales, no sólo ayudan a ventilar, sino que también por medio de la luz natural mejora el estado anímico y el nivel de energía de las personas.
El diseño Biofílico se ha incorporado en las sedes de oficinas de las corporaciones de gran renombre mundial. Esta tendencia ha puesto foco en edificar amplios espacios integrando recursos naturales visuales y no visuales, para poder compensar el estrés laboral y el desbalance tecnológico, generando espacios de reuniones donde se promulgue áreas de bienestar y descanso. Numerosos estudios han comprobado que los empleados no sólo son más creativos y productivos, sino que se sienten más a gusto en este tipo de entorno laboral y como resultado se mejoran los índices de asistencia laboral.
Por último, como arquitectos y diseñadores tenemos un objetivo mucho más trascendental de responder al racionalismo y a la función espacial. “Hoy tenemos la responsabilidad de educar sobre el uso consciente y responsable de los materiales y de los espacios, que al final de cuenta son los escenarios en donde transcurre nuestra vida, con el objetivo de lograr una mejor calidad de vida y el mayor bienestar de las personas” nos explica la arquitecta Laura Farrell.